En los sueños islámicos, la risa se ve como un signo de buenas noticias; soñar con un asidero predice que uno seguirá siendo un musulmán fiel. Soñar con vacas gordas es un signo de prosperidad, mientras que ver un manantial floreciente en un sueño significa que uno recibirá recompensas por sus buenas acciones.
Otras interpretaciones comunes de los sueños incluyen soñar con el llamado a la oración, lo que significa que es probable que los planes tengan éxito. Soñar con entrar por una puerta o por una puerta significa que es probable que uno gane una discusión. La imagen de un barco en un sueño es un signo de escape o éxito.
Según la fe islámica, los sueños son parte de la profecía y su veracidad está relacionada con la sinceridad del soñador. Muchas interpretaciones de los sueños en el Islam se remontan al siglo VII.
Hay tres tipos principales de sueños islámicos, según la Sunnah: buenas visiones, llamadas Ru'yaa, malos sueños, llamadas Hulum y sueños de uno mismo. Los buenos sueños son de Allah, los malos de Shaitan, mientras que los sueños de uno mismo se originan en los pensamientos de uno. La mayoría de los libros sobre la interpretación de los sueños islámicos se atribuyen a Muhammad ibn Seereen, que vivió entre 653 y 729 dC.