Una ratonera pasada de moda y cebada con mantequilla de maní es una estrategia económica para matar ratones sin recurrir al envenenamiento químico. Las sugerencias de remedios caseros similares incluyen colocar hojuelas instantáneas de puré o recipientes poco profundos de una bebida carbonatada como Coca Cola cerca de donde se encuentran los excrementos de ratones.
En teoría, los puré de papas se hinchan en el estómago del ratón y lo matan. Asimismo, la bebida carbonatada forma gas en el estómago del ratón. Dado que no puede eructar para deshacerse del gas, el ratón finalmente muere. Para repeler sin matar a los ratones, las bolas de algodón empapadas en aceite de menta son efectivas cuando se colocan estratégicamente. Un medio galón de vinagre de sidra de manzana mezclado con 2 galones de agua y esparcido por el exterior de la casa puede alejar a los ratones. Las hojas de secado de aromas de Bounce que se colocan en los cajones y gabinetes se consideran un repelente efectivo para el ratón.