Los ejemplos de plásticos termoestables incluyen resinas epóxicas que se usan para sellar y /o adherir cosas juntas y urea formaldehído, que normalmente se ve en mangos o adhesivos. Los plásticos termoestables también se encuentran en resina de poliéster que Se usa comúnmente para moldear moldes o para unir materiales. Uno de los plásticos termoestables más comunes son las encimeras de laminado que se encuentran comúnmente en cocinas o espacios de trabajo.
Estos tipos de plásticos generalmente solo pueden calentarse una vez para que tengan la forma que se necesita, y generalmente no se reciclan. El material comienza como líquido o algún otro estado maleable. El material se expone a altas temperaturas y se moldea o se convierte en adhesivos.
