Algunos ejemplos de compuestos inorgánicos son cromato de amonio, dióxido de carbono, monóxido de carbono, fluoruro de hidrógeno y óxido de plata. Los compuestos inorgánicos casi siempre carecen de carbono.
Los compuestos orgánicos tienen moléculas que se basan en carbono e hidrógeno. Las proteínas, los lípidos, los ácidos nucleicos y los carbohidratos son ejemplos de compuestos orgánicos. Estos difieren mucho de los compuestos inorgánicos.
Los compuestos orgánicos tienen carbono porque el carbono tiene la capacidad de formar enlaces químicos en un átomo. Sin embargo, hay algunos compuestos inorgánicos que contienen carbono como el dióxido de carbono y el monóxido de carbono. Esto ha planteado la pregunta entre los científicos acerca de la forma en que se han clasificado estos compuestos. Algunos argumentan que la clasificación de los compuestos orgánicos e inorgánicos debe reestructurarse y que los compuestos orgánicos deben incluir solo aquellos compuestos que contienen carbono e hidrógeno.
Los compuestos inorgánicos, debido a su falta de enlaces químicos basados en carbono, suelen ser muy simples. Incluyen elementos que se han unido para hacer productos químicos básicos. La sal de mesa es uno de estos compuestos porque contiene solo un átomo de sodio y un átomo de cloro. El agua es otro compuesto inorgánico simple porque contiene dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. El dióxido de carbono cae en la lista de compuestos inorgánicos porque solo contiene un átomo de carbono y dos átomos de oxígeno.