La amoxicilina, la eritromicina, la cefalexina y la tetraciclina son algunos antibióticos comúnmente recetados, como se muestra en eMedicineHealth. Los antibióticos solo se recetan para tratar infecciones bacterianas, ya que no matan virus ni hongos.
La amoxicilina es un antibiótico a base de penicilina que se usa para tratar una amplia variedad de infecciones. Las infecciones que pueden tratarse con amoxicilina incluyen neumonía, bronquitis, gonorrea e infecciones del oído, según Drugs.com. La amoxicilina está disponible bajo muchos nombres farmacéuticos diferentes y puede venir en forma de tabletas masticables, tabletas no masticables, cápsulas o líquido.
La eritromicina se clasifica como un antibiótico macrólido. Este antibiótico retarda el crecimiento de bacterias al reducir la disponibilidad de proteínas necesarias para la supervivencia de la colonia bacteriana. La eritromicina se usa para tratar una variedad de infecciones. Según Drugs.com, este medicamento interactúa negativamente con varios medicamentos, entre ellos, cisaprida, pimozida y ergotamina. Si un paciente ya está tomando uno de estos medicamentos, es probable que un médico le recete un antibiótico alternativo para la infección.
La cefalexina mata las bacterias al evitar que éstas formen una pared protectora alrededor de las células, señala MedicineNet. Este medicamento es eficaz contra los tipos de bacterias, incluidos los estafilococos, los estreptococos y la E. coli. Se puede usar para tratar infecciones de la garganta, oídos, tracto urinario, piel y huesos.