Las complicaciones de una pelvis fracturada pueden incluir daño a los órganos internos, infección y sangrado severo, afirma la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Una fractura de pelvis también puede causar dolor a largo plazo, disfunción sexual y movilidad reducida. Las complicaciones de una fractura pélvica generalmente solo se presentan después de las fracturas pélvicas graves, incluidas las debidas a impactos de alta energía, como los accidentes automovilísticos. La mayoría de las fracturas de pelvis son de este tipo más traumáticas. Las fracturas pélvicas menores y estables generalmente se curan bien y causan pocas complicaciones.
La pelvis es una estructura de huesos que forma un anillo a través del cual pasan varios órganos digestivos y reproductores, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Varios músculos del tronco y las piernas se adhieren a la pelvis. Los nervios grandes que abastecen las piernas también pasan a través de la pelvis. Todas estas estructuras corren el riesgo de sufrir daños por una fractura de pelvis. El daño a los músculos adheridos a la pelvis puede causar una cojera, y los músculos pueden tardar mucho tiempo en recuperar toda su fuerza.
El sangrado debido a una fractura pélvica severa requiere atención médica de emergencia, afirma la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. La reparación de una fractura de este tipo requiere procedimientos quirúrgicos y dispositivos especiales que se atornillan a los huesos para mantenerlos estables y permitir la reparación segura de otros sistemas. Luego, los médicos usan tracción, placas y tornillos implantados o estabilizadores externos para mantener los huesos en su lugar para la curación.