La amoxicilina no está disponible sin receta. Es un antibiótico recetado que se usa para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias. No funciona para los virus, como los que causan un resfriado o la gripe.
La amoxicilina debe tomarse exactamente según lo prescrito. Incluso si todos los síntomas han desaparecido, los pacientes no deben dejar de tomar la amoxicilina antes de tiempo. Hacerlo puede hacer que las bacterias se vuelvan resistentes al antibiótico. Como la mayoría de los medicamentos, la amoxicilina puede causar efectos secundarios, como malestar estomacal, vómitos y diarrea. Urticaria, erupción cutánea, coloración amarillenta de la piel u ojos, convulsiones y cansancio excesivo son efectos secundarios graves y deben informarse a un médico de inmediato.
