De acuerdo con la Clínica Mayo, el orinarse en la cama se puede minimizar al reasignar la mayor parte del consumo de líquidos a las horas del día. Sugiere ocho onzas de líquido como cantidad suficiente, pero recomienda obtener la opinión de un médico dadas las necesidades individuales específicas de los niños. Además, debido a que la cafeína aumenta la necesidad de orinar, el consumo de este producto debe limitarse a las horas diurnas. KidsHealth.org aconseja evitar por completo las bebidas con cafeína.
Orinarse en la cama es un síntoma del desarrollo del control de un niño sobre su vejiga y una parte normal del entrenamiento para ir al baño, según la Clínica Mayo. La mayoría de los niños crecen a partir de los siete años.
La Clínica Mayo sugiere además que el niño "doble vacío" antes de acostarse. Este es el acto de orinar en una sucesión cercana, primero al comienzo de una rutina establecida para acostarse y luego una segunda vez justo antes de acostarse a dormir. Las alarmas de humedad que detectan la presencia de líquido en la ropa o en la ropa de cama del niño son lentas para obtener resultados pero tienen efectos duraderos. El medicamento que disminuye la producción nocturna de orina, reduce las contracciones de la vejiga y aumenta el tamaño de la vejiga o cambia el ciclo de sueño del niño, puede usarse en casos más extremos. Sin embargo, los efectos secundarios de estos medicamentos pueden ser graves o fatales.