Una de las formas más efectivas de prevenir la caza ilegal es emplear guardias de vida silvestre para encontrar y arrestar a cazadores furtivos. Las soluciones culturales, como los programas de educación y empleo, pueden ayudar a desalentar a los cazadores de subsistencia.
La caza furtiva es una industria próspera debido a la alta demanda del mercado de productos animales. Estos incluyen marfil, pieles y varias partes de animales utilizadas en las prácticas de curación tradicionales. Las personas que viven en la pobreza ocasionalmente pueden matar especies protegidas para obtener alimento, pero esto es menos común y generalmente no es una amenaza grave para las poblaciones animales.
Las áreas que han tenido más éxito en la prevención de la caza furtiva utilizan una combinación de guardias federales y equipos de alta tecnología como drones para patrullar y proteger la vida silvestre. Proporcionan campamentos y provisiones que permiten a los guardias viajar a áreas remotas de los parques. Esto permite que los guardabosques intercepten a los cazadores furtivos de manera efectiva antes de matar a cualquier animal. También actúa como elemento disuasorio para los futuros cazadores furtivos.
La regulación internacional del comercio ilegal también es importante, incluidos los controles de envío más estrictos y la regulación de tiendas que venden productos de origen animal obtenidos ilegalmente. A partir de 2015, algunos países siguen teniendo una aplicación laxa de las prohibiciones internacionales de productos como el marfil.
La educación y la asistencia sanitaria moderna y accesible también pueden ayudar a eliminar algunos mercados. Los rinocerontes a menudo son cazados por sus cuernos, que son un ingrediente común en la medicina tradicional china. Alejarse de estos remedios tradicionales ineficaces puede ayudar a reducir la demanda de cuerno de rinoceronte.