La desertificación puede reducirse o detenerse protegiendo las plantas nativas en el área, reduciendo o deteniendo el uso de la tierra que conduce a la erosión, y el uso cuidadoso de la tierra para el pastoreo en lugar de la agricultura. La desertificación es más frecuente causada por el uso excesivo de los recursos hídricos en un área, combinada con la eliminación de materia vegetal. Las plantas son esenciales para prevenir la desertificación, ya que mantienen el suelo superior fértil en su lugar.
La desertificación es más fácil de frenar y prevenir que de revertir. Algunos métodos de reversión de la desertificación incluyen la replantación de especies específicas y el establecimiento de bancos de semillas para asegurar que las plantas nativas de la región sobrevivan. En áreas que han sufrido deforestación masiva, la replantación de árboles ayuda a reducir la desertificación. Sin embargo, la prevención de la deforestación es mucho más efectiva, ya que las áreas reforestadas con frecuencia tienen una menor biodiversidad y son menos robustas.
Un método interesante para reducir la desertificación es el manejo del ganado. Este método ha sido defendido por Allan Savory e involucra el uso de ganado para rehabilitar la tierra. En resumen, durante la estación seca en áreas propensas a la desertificación, la materia vegetal y los pastos tienden a secarse y morir. Permitir que estas plantas sean consumidas por animales de pastoreo evita que bloqueen la luz solar y evitan que crezcan nuevas hierbas en su lugar después de la próxima precipitación.