Ciertas afecciones médicas también pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle cálculos renales, señala WebMD. La enfermedad de Crohn y la gota son ejemplos de enfermedades que pueden afectar el equilibrio normal de la orina de una persona y hacer que se formen cálculos renales. Los cálculos renales también se encuentran en familias y pueden desarrollarse en miembros de la familia durante varias generaciones.
Otras causas posibles de los cálculos renales incluyen hiperparatiroidismo y acidosis tubular renal, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales. El hiperparatiroidismo es una afección que hace que se acumule demasiado calcio en la sangre, lo que aumenta los niveles de calcio en la orina y lo hace muy concentrado. La acidosis tubular renal es una condición que impide que los riñones excreten ácidos a la orina, lo que hace que la sangre y la orina se vuelvan muy ácidas. Las personas que toman ciertos medicamentos o sustancias, como los inhibidores de la proteasa, los diuréticos, los medicamentos anticonvulsivos o los antiácidos a base de calcio, tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.