De acuerdo con WebMD, cuando los cálculos renales producen síntomas, incluyen dolores severos recurrentes en la espalda, estómago, costado o ingle, dolor al orinar, malestar general al estar sentado, náuseas, fiebre, micción frecuente, micción ausente, turbio o inusualmente maloliente Orina, y trazas de sangre en la orina. Sin embargo, es posible que no haya signos de que el paciente tenga un cálculo renal hasta que se desplace y bloquee el flujo de orina.
Wikipedia afirma que los cálculos renales, que también se conocen como cálculos renales, ocurren en los hombres con más frecuencia que las mujeres.
WebMD señala que existen pruebas de diagnóstico estándar que pueden confirmar la presencia de cálculos renales, que incluyen una radiografía del abdomen inferior, ecografía, tomografía computarizada (TC) y pielografía intravenosa (PIV).
Si los cálculos renales son dolorosos, los medicamentos pueden proporcionar un alivio inmediato. Cuando se detectan cálculos renales grandes, la cirugía puede ser una opción. Los pacientes ahora pueden optar por un procedimiento mínimamente invasivo llamado litotricia, que utiliza un láser para romper los cálculos renales en pequeños pedazos que se pueden vaciar de forma natural.
WebMD sugiere que después de la extracción del cálculo renal, se pueden realizar pruebas para ver qué minerales se calcifican en los riñones. Esto puede ayudar al paciente a evitar una recurrencia.