Las causas comunes de las hemorragias nasales incluyen la irritación nasal causada por un virus del resfriado, un traumatismo externo en la nariz y vivir en climas secos, según WebMD. En casos raros, las hemorragias nasales pueden significar afecciones médicas subyacentes, como trastornos de la coagulación de la sangre y vasos sanguíneos anormales.
Las causas adicionales de hemorragias nasales incluyen alergias, trastornos hemorrágicos, sinusitis y el uso frecuente de aerosoles nasales, explica la Clínica Mayo. La exposición a sustancias químicas irritantes y el uso de aspirina también pueden provocar hemorragias nasales. Si bien las hemorragias nasales no suelen ser un síntoma de presión arterial alta, la afección puede aumentar la gravedad de los síntomas durante un episodio de hemorragia nasal. Las personas de edad avanzada tienen más probabilidades de experimentar una hemorragia nasal posterior, una afección en la que una arteria en la parte posterior de la nariz hace que la sangre drene por la garganta.
Aplicar una compresa fría al puente de la nariz o apretar la parte suave de la nariz durante aproximadamente 10 minutos puede detener una hemorragia nasal, explica Healthline. Las hemorragias nasales graves o crónicas pueden requerir cauterización, un tratamiento en el que un médico quema los vasos sanguíneos con una herramienta de calentamiento o nitrato de plata. Los métodos de prevención para las hemorragias nasales incluyen el uso de un humidificador para humedecer el aire interior y minimizar la sequedad de las fosas nasales al limitar la ingesta de descongestionantes o medicamentos antihistamínicos.