Los tres objetivos del Príncipe Metternich durante el Congreso de Viena eran reducir las tendencias liberales y nacionalistas, restaurar a las familias gobernantes de Europa en sus tronos y mantener un equilibrio de poder entre las naciones europeas. El Congreso , a la que asistieron los embajadores de Francia, Austria, Prusia, Rusia e Inglaterra, fue encabezada por el enviado de Austria, el Príncipe Clemens Wenzel Nepomuk Lothar von Metternich-Winneburg.
El Congreso se reunió en Viena, Austria, en otoño de 1814. Las principales potencias europeas querían establecer un plan de paz duradera y volver a dibujar el mapa de Europa realineando nuevas fronteras territoriales. Aunque varias de las naciones asistentes eran antiguos aliados en la guerra, cada uno tenía su propia agenda para promover sus mejores intereses.
El príncipe Metternich vio el Congreso de Viena como una oportunidad para contener la marea del nacionalismo que se extendía por toda Europa. Utilizó sus habilidades diplomáticas para ejercer una fuerte influencia en los procedimientos. El príncipe austriaco estaba convencido de que el liberalismo y el nacionalismo creaban desorden y fomentaban los pensamientos revolucionarios. La era de Metternich, entre 1815 y 1848, fue un período en el que los movimientos revolucionarios fueron suprimidos con éxito. El Congreso también tuvo como objetivo reincorporar a las familias gobernantes a sus tronos. Metternich quería una monarquía donde el poder se compartiera por igual entre las clases privilegiadas de la sociedad. Intentó forjar la Cuadruple Alianza de la posguerra de Inglaterra, Prusia, Rusia y Austria. Creía que un equilibrio de poder impedía que una nación dominara a otra.