Las consecuencias de la erupción del Monte Unzen fueron un terremoto y un derrumbe seguido de un tsunami. El evento, que causó la muerte de más de 15,000 personas, se considera el peor desastre volcánico en la historia de Japón.
El monte Unzen, ubicado en la isla de Kyushu en el sur de Japón, está formado por varios estratovolcanes, también conocidos como volcanes compuestos, que se caracterizan por erupciones explosivas. A fines de 1791, una serie de terremotos sacudieron la ladera occidental de la montaña. Uno de sus picos, Fugen-dake, entró en erupción a principios de 1792, lo que provocó que la lava fluyera del volcán durante dos meses. En mayo de 1792, dos terremotos más azotaron el área, posiblemente acompañados por una erupción de la cúpula del Monte Unzen. La ladera oriental de la montaña se derrumbó, causando un enorme derrumbe que diezmó la ciudad de Shimabara y fluyó hacia el mar. Esto provocó un enorme tsunami que creció a una altura máxima de 187 pies, que primero golpeó el otro lado de la Bahía de Ariake en la provincia de Higo y luego regresó y golpeó la ya devastada ciudad de Shimabara.
En 1991, Mount Unzen volvió a estallar, lo que provocó la evacuación y destrucción de miles de hogares y la muerte de 43 personas. La erupción fue seguida por una serie de terremotos, erupciones menores y flujos de lava que continuaron hasta 1996. La historia de la catástrofe de 1792 causa una ansiedad continua sobre la actividad sísmica y volcánica en la zona.