El Sistema Continental fue desarrollado por Napoleón Bonaparte y fue un plan para detener y destruir la prosperidad económica de los británicos. El sistema tuvo una vida corta y solo existió desde 1806 hasta 1807.
El Sistema Continental pedía que se restringiera la entrada de productos británicos a Europa. Napoleón cerró todos los puertos de su imperio a los bienes británicos, y pudo conseguir que los rusos, prusianos y austriacos se unieran a él. Napoleón esperaba que esto llevaría a Gran Bretaña a una depresión económica, lo que dificultaría que los británicos mantuvieran su armada fuerte. También quería aprovechar el tiempo para desarrollar la industria manufacturera de Francia.
El sistema comenzó en 1806 con el Decreto de Berlín de Napoleón y siguió con el Decreto de Milán en 1807. Los británicos tomaron represalias al usar su poderosa marina para crear un bloqueo de todos los barcos europeos. Los británicos dijeron que si Europa no les permitía atracar sus barcos en los puertos europeos, entonces no permitirían que los europeos usaran su océano. Esto creó una grave desventaja en el mercado comercial interno europeo, que en ese momento se basaba principalmente en el transporte marítimo.
Muchos piensan en este acto de Napoleón como una sanción temprana de la CEE (Comunidad Económica Europea). Las naciones de Europa intentaban fortalecer sus propias economías frente a la subvaloración de los británicos.