Un gran impacto de los antiguos griegos y romanos en la civilización occidental se puede ver en los Estados Unidos y muchos otros gobiernos occidentales en el proceso democrático. El proceso democrático en las civilizaciones occidentales es un resultado directo de la democracia original, la democracia ateniense.
La democracia proviene de la palabra griega "demokratia", que significa "gobierno por el pueblo", y fue presentada por un líder ateniense en 507 a. C. En esta primera democracia, la regla se dividió en tres cuerpos, al igual que las tres ramas gubernamentales de los Estados Unidos. El primer cuerpo creó las leyes y gobernó la política exterior. El segundo cuerpo fue un consejo creado por personas de diferentes tribus, y el tercero fue un sistema judicial que permitió a las personas presentar casos ante jurados que fueron seleccionados al azar de la población ciudadana.
Esta democracia que estaba presente en Atenas hizo más que establecer una ideología estándar que muchas civilizaciones occidentales adoptarían más adelante. También desarrolló la idea de lo que significa ser un ciudadano en una democracia. Se esperaba que todas las personas participaran en asuntos de actualidad votando, sirviendo dentro del gobierno y los militares, y reconociendo que todas las personas tenían los mismos derechos. Los romanos adoptaron este proceso democrático después de los griegos. Esta idea del papel del ciudadano en una nación proviene de este estilo de vida de los antiguos griegos y romanos.
