El Congreso de Viena fue una de las empresas más exitosas de su tipo. El área no vio otra guerra a gran escala durante unos 100 años gracias a las cosas logradas en la reunión. El Congreso de Viena no solo estableció nuevos términos, sino que reformó completamente la estructura y los límites de Europa.
Las grandes potencias de Europa se establecieron durante esta reunión, que fueron Gran Bretaña, Francia, Rusia, Prusia o Alemania y Austria. Estas potencias todavía son reconocidas hoy como "grandes potencias" dentro de Europa. El nuevo arreglo de tierra y control aseguró que ningún ejército pudiera vencer a las otras cuatro de las grandes potencias, ayudando a detener las revoluciones y mantener el poder tradicional.