La energía luminosa es un aspecto integral en la supervivencia de casi todos los organismos en la Tierra. En ausencia de este fenómeno físico, la vida humana en el planeta no sería posible.
La luz natural proporcionada por el sol impulsa procesos biológicos y químicos esenciales, como la fotosíntesis. La luz es un componente necesario utilizado por los organismos fotosintéticos para fabricar alimentos y producir oxígeno. La energía derivada de los alimentos producidos a través de este proceso es el principal combustible de la vida.
Las propiedades únicas de la luz también permiten que los animales, incluidos los humanos, perciban el mundo que los rodea. Las fuentes de luz artificial, como lámparas y bombillas, emiten una luz adecuada para iluminar objetos en la oscuridad y hacerlos visibles al ojo.