Los neurotransmisores transmiten señales entre el sistema nervioso central y varias partes del cuerpo. En respuesta a un estímulo, el cerebro o la médula espinal pueden iniciar la contracción de las células musculares para permitir el movimiento. El neurotransmisor que señala la contracción de la célula muscular es la acetilcolina, y se libera en la sinapsis entre la neurona y la célula muscular. Si la acetilcolina que se libera no se descompone, las células musculares permanecen en un estado contraído y no pueden responder con eficacia a las nuevas señales del cerebro. La acetilcolinesterasa es una enzima que se encuentra en la sinapsis de las células neuronales y musculares, y divide la acetilcolina en ácido acético y colina, inactivándola. Es una de las enzimas de acción más rápida y puede preparar la célula muscular para la siguiente señal en 80 microsegundos. Si la acetilcolinesterasa se inactiva a través de una toxina, y la acetilcolina no se destruye, se acumula en la sinapsis y produce parálisis muscular.
¿Cuál es la importancia de la acetilcolinesterasa en la contracción de las células musculares?
Las contracciones de las células musculares son iniciadas por un neurotransmisor llamado acetilcolina. Debe eliminarse de la sinapsis para permitir la transmisión de nuevas señales al músculo para iniciar nuevas contracciones, sin mezclarse con el neurotransmisor anterior. La acetilcolinesterasa es una enzima que descompone la acetilcolina para detener la contracción de las células musculares y preparar el sistema para recibir una nueva señal.