Calpurnia fue la tercera y última esposa de Julius Caesar. Nació en el 75 a. C., se casó con César en el 59 a.
Las fuentes contemporáneas indican que Calpurnia tenía una disposición reservada y modesta. El año después de su matrimonio, Julio César hizo de su padre, Piso, un cónsul. Ella dio a luz a César sin hijos. Después del asesinato de su marido en el 44 a. C., Calpurnia entregó sus documentos personales, incluido su testamento, a Marco Antonio, uno de los aliados políticos más cercanos de César.
Calpurnia juega un papel importante en muchos de los relatos antiguos de la muerte de César. Por ejemplo, Strabo y Livy escriben que tuvo un sueño inquietante acerca de que su esposo estaba en peligro. Calpurnia le contó a César estas premoniciones y le rogó que pospusiera la reunión del Senado para asistir ese día. Cuando otros videntes confirmaron sus visiones, decidió posponer la reunión. Sin embargo, Decimus Brutus, uno de los hombres que conspiraron para matarlo, lo convenció de que asistiera y dijo que los senadores se burlarían de él si no se iba.
Después de la muerte de César, Calpurnia nunca se volvió a casar. La historia no registra los acontecimientos de su vida posterior y su muerte. William Shakespeare usó varios detalles de la biografía de Calpurnia, incluyendo su falta de hijos y sus premoniciones de la muerte de César, en su obra "Julio César".