La función principal del tejido meristemático es realizar la mitosis. Los tejidos meristemáticos tienen células de paredes delgadas y pequeñas que carecen de una vacuola central y no tienen características especializadas.
El tejido meristemático se puede encontrar en tres áreas diferentes: meristemas apicales, que se ubican en los puntos de crecimiento de raíces y tallos; Meristemas secundarios, o brotes laterales, que se ubican en los nodos de los tallos donde tiene lugar la ramificación; y dentro de tallos y raíces maduras, pero solo para algunas especies de plantas. El tejido meristemático da lugar a tejido permanente que incluye tejido protector, tejido de parénquima, tejido de esclerénquima, tejido de colénquima, tejido de xilema y tejido de floema.
El tejido meristemático está formado por células pequeñas que tienen paredes delgadas y núcleos grandes. Las células no tienen vacuolas ni espacios intercelulares. La mitosis, la función principal del tejido meristemático, es la división nuclear de las células. La mitosis produce dos células hijas idénticas durante las fases de profase, prometafase, metafase, anafase y telofase. La profase comienza cuando la cromatina en el núcleo comienza a condensarse y se vuelve visible, y el nucleolo desaparece. En la prometafase, la membrana nuclear se disuelve completamente y las proteínas se adhieren a los centrómeros, lo que crea los cinetocoros, y los cromosomas comienzan a moverse. En la metafase, las fibras del huso alinean todos los cromosomas a lo largo del centro de la célula, y en la anafase, el nuevo núcleo obtendrá una copia de cada uno de los cromosomas. En la telofase, las nuevas membranas se forman alrededor de los núcleos hijos y las cromátidas llegan a los extremos opuestos de la célula.