En química, el término "propiedad" se usa con frecuencia para describir los atributos de una sustancia, como densidad, oxidación, estado de la materia, masa, conductividad, color, enlace y muchos otros rasgos. Estas propiedades se utilizan para comprender cómo se comporta una sustancia en diferentes situaciones.
Por ejemplo, las propiedades físicas atribuidas al oxígeno incluyen su estado de la materia como un gas a la mayoría de las temperaturas, su punto de fusión de menos 361.82 grados Fahrenheit, su punto de ebullición de menos 297.33 grados Fahrenheit, sus cuatro diferentes estados de oxidación y su calor molar capacidad. Las propiedades más básicas pueden incluir la coloración dorada del metal dorado o la textura blanda del interior de un plátano.