Los tejidos y órganos, en un contexto médico, se refieren a diferentes niveles de organización biológica. Un tejido es un grupo de células, todas del mismo tipo, que comparten la misma estructura y función. Un órgano es una colección de tejidos, algunos de los cuales pueden ser muy diferentes entre sí, que trabajan juntos para realizar una función más compleja, como si los tejidos fueran una sola unidad estructural.
El nivel organizativo por encima de los órganos se denomina sistema, por ejemplo, el sistema circulatorio, el sistema reproductor, el sistema digestivo o el sistema nervioso. Los sistemas están formados por órganos, que funcionan para realizar funciones aún más complicadas, explica Carol's Classroom. Para demostrar esta idea, considere el sistema nervioso. Las neuronas individuales forman láminas de tejido dentro del cerebro, un órgano corporal. El cerebro, a su vez, trabaja con los nervios sensoriales y los nervios motores para producir los pensamientos, las sensaciones y el movimiento, que es la función principal del sistema nervioso. Las neuronas simples, aisladas del tejido, no podrían crear el nivel de complejidad presente en todo el sistema. Solo trabajando en conjunto con las unidades organizativas más grandes de todo el sistema nervioso, el cuerpo funciona para producir un pensamiento abstracto, la vista de una montaña o una diapositiva de cabeza hacia la tercera base.