En pocas palabras, las sequías son causadas por un agotamiento prolongado de la precipitación en un ecosistema o clima determinado durante un largo período de tiempo. A diferencia de los períodos secos normales, las sequías son tan severas que pueden secarse completamente Vastas extensiones de tierra, como desiertos. Las sequías pueden ser extremadamente dañinas y costosas para las personas que viven en los entornos donde ocurren, especialmente en términos de la industria agrícola.
Según el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía, una sequía es un peligro natural que puede resultar en una grave deficiencia de agua en una región determinada. A veces, las sequías pueden tardar años en desarrollarse a partir de la disminución prolongada de los niveles de lluvia durante mucho tiempo. Las sequías pueden ser causadas no solo por estos problemas naturales, sino también por el estrés y la confianza que los humanos han desarrollado sobre el agua. Cuando los humanos requieren grandes cantidades de agua de su entorno para fines agrícolas, de limpieza y recreativos, además de beber, pueden drenar el ecosistema. Esto puede dar lugar a un conjunto de circunstancias que facilitan el desarrollo de una sequía.
Las sequías pueden ser devastadoras, no solo para un ecosistema, sino también para la economía de las personas que viven donde ocurren. Pueden costar miles de millones de dólares en daños y pérdida de productividad.