Los huesos humanos y animales se distinguen por una gran anatomía esquelética, microestructura ósea y macroestructura ósea. Algunos huesos humanos y animales son muy similares, lo que dificulta la identificación de huesos aislados y fragmentarios en el laboratorio campo. Los tres niveles de clasificación ayudan a hacer distinciones entre los huesos de animales y humanos más similares.
Los seres humanos y los animales tienen diferencias anatómicas en la composición del esqueleto, que distingue los huesos en todas las partes de sus cuerpos. La morfología craneal, por ejemplo, difiere entre humanos y animales debido al gran tamaño del cerebro que los humanos tienen en comparación con sus cuerpos. Los humanos generalmente tienen caras más pequeñas en comparación con sus bóvedas craneales; Lo contrario es cierto para la mayoría de los animales, con la excepción de algunos primates. Los cráneos humanos también están orientados sobre un eje vertical; el diseño es horizontal para la mayoría de los animales.
Los humanos y los animales también tienen diferentes diseños de dientes y estructuras bucales. Esta diferencia, llamada dentición, explica las diferencias en las fórmulas dentales humanas y animales y el tamaño y la forma de los dientes. Por ejemplo, los humanos tienen dientes caninos pequeños y molares bajos, mientras que los animales tienen dientes caninos pequeños o inexistentes; estos dientes son afilados y dentados en carnívoros, y redondeados o planos en herbívoros.
Los huesos humanos postcraneales de las extremidades superiores son menos robustos que los de los animales. Los seres humanos tienen huesos radiales y de cúbito separados, mientras que esos dos huesos están fusionados en la mayoría de los animales.