Si bien la heparina y la warfarina son anticoagulantes, la heparina proporciona una respuesta inmediata, mientras que la warfarina generalmente se usa para el tratamiento a largo plazo, según Johns Hopkins Medicine. La heparina es una inyección, mientras que la warfarina es una medicación oral. Los dos medicamentos también difieren en el mecanismo por el cual funcionan.
Un uso de heparina y warfarina es en el tratamiento de la trombosis venosa profunda en la parte superior de la pierna, según WebMD. Los dos medicamentos ayudan a prevenir la formación de más coágulos de sangre o evitan que el coágulo existente crezca. Si bien el tratamiento con heparina tradicional requería terapia intravenosa y una hospitalización de cinco a siete días, la heparina de bajo peso molecular permite a los pacientes administrar sus propias inyecciones en el hogar. La medicina Johns Hopkins indica que el uso prolongado de heparina a veces conduce a la osteoporosis.
La terapia con warfarina para la trombosis venosa profunda generalmente dura de tres a seis meses, explica WebMD. Durante esta terapia, es esencial que los pacientes eviten omitir una dosis única del medicamento. El médico ordena análisis de sangre regulares para garantizar que el paciente esté recibiendo la dosis correcta. La warfarina bloquea la producción de vitamina K en el hígado para reducir la coagulación de la sangre, afirma Johns Hopkins Medicine.
Los anticoagulantes tienen efectos secundarios potencialmente graves, según Johns Hopkins Medicine. Debido a que previenen la coagulación, los pacientes descubren que sangran excesivamente. Los medicamentos también aumentan las posibilidades de desarrollar gangrena.