Una fiebre alta puede causar una desnaturalización, o cambio en la forma, de una enzima, lo que resulta en una menor actividad de la enzima para catalizar reacciones en el cuerpo, según la BBC. Cuando hay un aumento La temperatura en el cuerpo, las enzimas no pueden llevar a cabo las funciones normales. La actividad de la enzima aumenta gradualmente con un aumento de la temperatura hasta el límite de la temperatura corporal, y luego disminuye a temperaturas más altas.
Worthington Biochemical Corporation afirma que la mayor parte de la actividad enzimática se reducirá a temperaturas más altas. La mayoría de las enzimas animales se desnaturalizan a más de 40 grados centígrados. Las notas de clase de la Escuela de Ingeniería del Instituto Politécnico Rensselaer señalan que las altas temperaturas afectan a las enzimas de dos maneras. Una es la desnaturalización de la enzima. El otro es la influencia directa sobre la constante de velocidad de reacción. La ecuación de Arrhenius se puede usar para estimar la reactividad de la enzima a la temperatura. El rango de temperatura, donde una enzima muestra actividad, se encuentra entre el punto de fusión, que es de cero grados centígrados, y el punto de ebullición del agua, que es de 100 grados centígrados.
Si la temperatura es demasiado baja, la velocidad de reacción no se notará, señala el Instituto Politécnico Rensselaer. Cuando la temperatura está por encima de los 100 grados centígrados, se produce la desactivación térmica. Esta desactivación limita la función de las enzimas en su entorno. En los seres humanos, la desactivación puede ocurrir a temperaturas tan bajas como de 45 a 55 grados centígrados. Dependiendo del proceso enzimático, el resultado puede ser irreversible o reversible.