Las autopsias solo tratan con la causa humana de muerte, mientras que las autopsias implican el mismo proceso, pero se realizan en un animal. Tanto en una autopsia como en una necropsia, se examina un cuerpo para determinar la causa de la muerte.
Los dos términos a menudo se usan indistintamente y se cree que significan lo mismo. Si bien ambos procesos sirven para identificar la causa de la muerte, difieren mucho en su implicación. Para realizar una autopsia, un patólogo forense debe haber recibido una capacitación especializada y haber obtenido una maestría, la cualificación necesaria para convertirse en un médico en ejercicio en los Estados Unidos de América. Por otro lado, un veterinario que es experto en anatomía y fisiología de los animales realiza una necropsia, a diferencia de un patólogo forense con capacitación médica.