La definición operativa de felicidad es cuando una persona puede identificar uno o más eventos o condiciones específicas y observables que cualquier otro investigador puede medir o probar independientemente cuando se relaciona con la felicidad.
Por ejemplo, la felicidad se puede medir en un individuo por la cantidad de veces que una persona se ríe durante una conversación. Un observador es capaz de contar las risas en un entorno específico. Basado en el rango de números que tiene el observador que determina la felicidad, son capaces de tomar una decisión. Es importante tener en cuenta, sin embargo, que estas observaciones y mediciones por sí solas no significan si el sujeto está realmente contento.