Una economía tradicional es un sistema económico donde las costumbres, tradiciones y creencias determinan los bienes y servicios creados por la sociedad. Depende de la agricultura, la caza y la recolección, la pesca o cualquier combinación de lo anterior. También llamada economía de subsistencia, puede implicar el uso del comercio de trueque en lugar de la moneda.
Una economía tradicional suele estar subdesarrollada con un crecimiento económico mínimo. A menudo es dominante en los países rurales y agrícolas. Se produce un excedente limitado, y los bienes en exceso generalmente se entregan a la autoridad gobernante o al propietario de la tierra.
Ejemplos típicos de economías tradicionales son los inuit o los de las plantaciones de té del sur de la India. Este tipo de sistema económico se considera "primitivo" o "subdesarrollado", y sus tecnologías o herramientas se consideran obsoletas. Se considera que las personas que viven en esa economía viven en la pobreza, incluso si se satisfacen sus necesidades diarias. Sin embargo, las economías tradicionales suelen ser menos destructivas para el medio ambiente que las sofisticadas.
Las economías tradicionales son populares en los mercados emergentes o en los países del mundo en desarrollo. Por ejemplo, se pueden encontrar en partes de África, Asia, Medio Oriente y América Latina. Sin embargo, algunas formas de economías tradicionales están presentes prácticamente en todo el mundo. Se espera que los sistemas económicos tradicionales eventualmente se conviertan en economías mixtas, de mercado o de comando.