Un entorno altamente político puede fomentar la competencia, la participación activa en el gobierno local y la participación en la comunidad, pero también puede causar un aumento de la fricción y una dinámica demasiado divisiva. La política estadounidense tiene la reputación de ser vitriólica y con frecuencia divide a los que de otra manera se llevarían bien.
Psychology Today informa que las políticas no solo están influenciadas por el cerebro, sino que también pueden influir en la función cerebral. La gente a menudo lamenta que la temporada de elecciones les cause dolor de cabeza, pero los neuropsicólogos han encontrado pruebas significativas de que el dicho puede ser más literal que figurativo. Vivir en un ambiente altamente político puede aumentar el estrés y causar tensión entre las personas que de otra manera podrían llevarse bien. Debido a que la política saca a la luz valores altamente cargados de una manera que obliga a las personas a unirse detrás de una causa, es difícil mantenerse emocionalmente neutral.
CNN examinó la naturaleza de las políticas negativas y mostró que aunque muchas personas se quejan de los anuncios de elecciones negativas, los anuncios son abrumadoramente eficaces. Si bien un entorno político puede aumentar el estrés y causar fricciones dentro de las comunidades, también existe evidencia significativa de que las personas disfrutan de la tensión política hasta cierto punto. Dentro de lo razonable, una comunidad política podría llevar a un frenético intercambio de ideas, conversaciones y miembros más activos de la comunidad.