Un miedo patológico, también conocido como fobia, es un miedo irracional a un objeto, lugar, actividad o situación que representa poco o ningún peligro, pero sin embargo causa evitación y ansiedad en el individuo. Tales temores pueden ser de cualquier cosa, desde arañas hasta personas que hablan en público, y con frecuencia afectan negativamente la calidad de vida del individuo. Aquellos que sufren de fobias que afectan gravemente sus vidas deben buscar tratamiento.
Las fobias se caracterizan por el hecho de que la proporción del miedo supera significativamente el peligro o la posibilidad de daño. Aquellos que experimentan fobias pueden tener un aumento de la frecuencia cardíaca, sudar excesivamente y tener dificultades para controlar sus comportamientos. Las personas también pueden recurrir a medios excesivos para evitar situaciones u objetos que temen patológicamente. Tales acciones pueden afectar drásticamente su vida personal, profesional o social.
Las fobias se pueden tratar de varias maneras, incluyendo medicamentos, terapia cognitivo-conductual, técnicas de exposición y relajación. La mayoría de las fobias tienden a ser crónicas, pero las personas fóbicas responden al tratamiento, particularmente a la terapia conductual cognitiva. Otros tratamientos para las fobias incluyen hacer suficiente ejercicio y dormir y evitar los estimulantes. La terapia de grupo ha demostrado ser efectiva para las fobias comunes que pueden afectar las vidas de manera más significativa, como el miedo a los autos o el miedo a volar. Otras fobias comunes incluyen el miedo a las serpientes, insectos, espacios abiertos, espacios cerrados y ciertas situaciones sociales.