Una pregunta reflexiva brinda a los encuestados la oportunidad de explorar sus conocimientos, experiencias e ideas. Las preguntas reflexivas son estimulantes y no tienen una respuesta definitiva.
Las preguntas reflexivas están destinadas a provocar respuestas reflexivas y personales. Los encuestados consideran sus propias experiencias y valores únicos, que pueden no ser compartidos por otros. Una pregunta reflexiva no tiene una respuesta correcta o incorrecta porque los encuestados deben establecer conexiones entre las experiencias personales y el tema.
Por ejemplo, las preguntas reflexivas pueden pedirle a una audiencia que considere las razones de un evento, observe el "panorama general", describa una experiencia personal, interprete una situación o considere un resultado alternativo. Las respuestas difieren según las diferencias individuales de opinión, experiencia o habilidad.