El guepardo es la única especie de gato que carece de garras totalmente retráctiles. Sus garras proporcionan una tracción adicional cuando corren, pero no se mantienen afiladas como las de otros gatos.
Los guepardos están diseñados para la velocidad, con espinas flexibles que les permiten dar grandes pasos y largas colas que les ayudan a mantener el equilibrio mientras hacen giros bruscos. Desde el comienzo, los guepardos pueden alcanzar velocidades de hasta 60 millas por hora en solo tres segundos y se han registrado hasta 70 millas por hora. La velocidad de los guepardos les permite acosarse de animales rápidos y ágiles, como gacelas, impalas y liebres.