El tipo de transporte pasivo más simple es la difusión o la difusión simple. La ósmosis, que también es una forma de transporte pasivo, es similar a la difusión en que ambos mueven una sustancia desde un área de alta concentración a un área de baja concentración.
La difusión y la ósmosis no requieren la energía de una célula para mover una sustancia. La diferencia es que en la difusión, la sustancia movida es un soluto, mientras que en la ósmosis es agua.
En la difusión, el movimiento de un soluto continúa hasta que su concentración alcanza el equilibrio o elimina el gradiente de concentración, es decir, la diferencia de concentración entre las dos áreas. En la ósmosis, las moléculas de agua se mueven a través de una membrana semipermeable hasta que la concentración de agua y soluto es igual; en otras palabras, la dilución de las partículas de soluto tiene que ocurrir.