Según la BBC, la respiración aeróbica requiere oxígeno para liberar energía de la glucosa para uso celular. El dióxido de carbono y el agua son productos de desecho de la respiración aeróbica. Este proceso ocurre en orgánulos llamados mitocondrias, que son las partes productoras de energía de la célula.
Además, la BBC afirma que durante el ejercicio, el proceso de la respiración celular se acelera debido a la necesidad del cuerpo de más energía. A medida que el oxígeno y la glucosa se envían a las células más rápidamente, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria aumentan para adaptarse a las demandas, lo que aumenta el flujo sanguíneo. Los músculos y el hígado almacenan glucosa en forma de glucógeno.