El ciclo de Krebs, también conocido como ciclo del ácido cítrico y ciclo del ácido tricarboxílico, es la vía metabólica central que tiene lugar en la mitocondria y descompone todos los metabolitos, incluidos los azúcares, los ácidos grasos y los aminoácidos. < /strong> El ciclo lleva el nombre del médico y bioquímico británico de origen alemán Hans Adolf Krebs, quien identificó el ciclo del ácido cítrico en el cuerpo humano mientras trabajaba en la Universidad de Sheffield en 1937.
En reconocimiento de la importancia de este trabajo, Krebs recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1953. El ciclo de Krebs utiliza ocho enzimas diferentes para transformar la acetil-CoA (acetil coenzima A) en dos moléculas de dióxido de carbono y una Molécula de ATP (trifosfato de adenosina). A menudo se concibe como un proceso aeróbico, lo que significa que requiere oxígeno y descompone la glucosa para convertirla en ATP. Sin embargo, este no es el caso, ya que el ciclo de Krebs no usa glucosa ni oxígeno. El ciclo de Krebs comienza con una molécula de acetil-CoA, que se puede generar dentro del cuerpo al descomponer los carbohidratos a través del proceso de glucólisis y al metabolismo de los ácidos grasos. Dentro del cuerpo, el ciclo de Krebs está regulado por la inhibición de ciertos productos y la disponibilidad de sustratos. Debido a esta regulación del ciclo de Krebs, el cuerpo evita el desperdicio de energía metabólica que se produciría si el ciclo se ejecutara de forma continua.