Lo contrario de las pupilas dilatadas son las pupilas constrictas. Las pupilas pequeñas o restringidas pueden ocurrir por una variedad de razones, como lesiones oculares, trauma cerebral, efectos secundarios de los medicamentos y apoplejía.
El uso indebido de cocaína y metanfetamina también puede causar la disminución de las pupilas. Las pupilas restringidas deben ser examinadas por un médico, especialmente si van acompañadas de síntomas como mareos, sensibilidad a la luz y visión borrosa. Si solo se contrae un alumno, puede ser el resultado de un trastorno raro conocido como pupila de Adie. Las pupilas irregulares con párpados caídos pueden ser síntomas de enfermedades graves, como el síndrome de Horner y la parálisis del tercer par craneal.