El objetivo principal de la biología de la conservación es abordar la pérdida de la diversidad biológica de la Tierra. Se enfoca en avanzar en la práctica de conservar esta diversidad y prevenir nuevas pérdidas.
La biología de la conservación utiliza dos métodos principales para lograr el objetivo principal. Una es evaluar el impacto humano en la diversidad biológica; el otro es encontrar enfoques prácticos para prevenir la extinción de especies.
La biología de la conservación comenzó en los años 70 y 80, cuando los científicos se dieron cuenta de que casi todos los sistemas naturales habían sido dañados por factores como la pérdida de hábitat, la sobreexplotación y la introducción de depredadores en estos entornos. Las disciplinas aplicadas tradicionalmente no eran lo suficientemente amplias para abordar estas amenazas, lo que resultó en el desarrollo de este campo biológico.