Los hongos son heterótrofos, lo que significa que satisfacen sus necesidades de carbono y energía al descomponer y asimilar la materia orgánica. Los hongos son capaces de absorber y metabolizar una gran variedad de carbohidratos, entre ellos glucosa, xilosa y fructosa. Los carbohidratos más difíciles también son fácilmente digeridos, como la celulosa y la hemicelulosa.
Los hongos usan enzimas para descomponer los materiales en los que están creciendo. Al absorber el material digerido, el alimento debe estar en forma de una solución para ingresar a las paredes hifales de los hongos. Los hongos sapróbicos y las bacterias son en gran parte responsables de la mayor parte de la descomposición orgánica. En general, los hongos requieren oxígeno para sobrevivir, pero también pueden utilizar la fermentación cuando carecen de oxígeno.