La celulosa es el compuesto orgánico más abundante en la tierra. Se encuentra en todas las plantas de la tierra, formando la estructura de las paredes celulares de una planta y ayudando a mantener la planta unida.
Dado que la celulosa es un material fuerte y funciona con el único propósito de mantener las fibras juntas, es difícil de descomponer, tanto que los humanos no pueden digerirlas. Se clasifica como una fibra dietética en dietas humanas. Sin embargo, otros organismos, como los animales de granja herbívoros y las termitas, pueden digerirlo. Los microorganismos y los protozoos también pueden descomponer la celulosa.
La celulosa es un carbohidrato complejo o polisacárido de unidades de glucosa o azúcares, que ayudan a mantener las fibras juntas. Se encuentra comúnmente en materia vegetal, madera y algodón. La celulosa se usa a menudo como un emulsionante, un agente espesante, y también es útil para hacer papel, plástico y rayón. Su estructura firme lo hace ideal para almacenar, almacenar y distribuir energía también.
Dado que es una gran fuente de energía, es posible que la celulosa se convierta en la principal fuente de combustible en los Estados Unidos y en todo el mundo. Para que esto suceda, a partir de 2011, los científicos han estado trabajando para desarrollar un sistema más sencillo para separar la celulosa de la planta.