Las personas que sufren síntomas respiratorios debido a la exposición al sulfuro de hidrógeno o al gas de alcantarillado se tratan con oxígeno suplementario, broncodilatadores en aerosol o terapia con nitritos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Si tienen problemas para respirar, los niños pueden necesitar tratamiento broncodilatador con un aerosol racémico de epinefrina. El gas no es canceroso y no se acumula en el cuerpo con la exposición prolongada, señala el CDC. El tratamiento para los síntomas de la exposición tiene como objetivo apoyar las funciones respiratorias y cardiovasculares comprometidas.
El sulfuro de hidrógeno es el componente altamente tóxico del gas residual que es responsable de su olor a huevo podrido, afirma el CDC. Los síntomas de la exposición al sulfuro de hidrógeno incluyen dolores de cabeza, náuseas, latidos cardíacos irregulares y dificultad para respirar.
La ruta más común de exposición es a través de la inhalación, señala el CDC. La inhalación de altos niveles de sulfuro de hidrógeno irrita las membranas mucosas y el tracto respiratorio. Los síntomas de inhalación aparecen inmediatamente o se retrasan hasta 72 horas. Las personas que sufren exposición a la piel o los ojos son tratadas por quemaduras térmicas o se les da un baño de agua tibia si se produce congelación.
El gas de alcantarillado está compuesto de gases tóxicos y no tóxicos, afirma el Departamento de Servicios de Salud de Wisconsin. Los gases se producen mediante la descomposición de materiales orgánicos a partir de residuos domésticos e industriales.