Las cavidades en los niños se tratan de la misma manera que en los adultos: perforando la cavidad desde el diente y utilizando un relleno para reparar el diente. Los rellenos se pueden hacer de amalgama compuesta o de plata. En el caso de que una gran parte del diente necesite reparación, la parte restante del diente después de la extracción de la cavidad se puede cubrir con una corona de acero inoxidable.
Alternativamente, los dientes de leche también se pueden restaurar con una extracción o pulpotomía. En los niños, es extremadamente importante que las caries se traten para prevenir un absceso o una enfermedad oral que podría afectar la salud bucal del niño hasta la edad adulta.
A partir de 2014, se pone mucho énfasis en la atención dental en la prevención de caries en la infancia. Se cree que el estreptococo mutans, una bacteria común que se encuentra en la boca, es responsable de la lixiviación del calcio y el fosfato de la dentina y el esmalte dental, que causa caries. Las medidas preventivas comunes incluyen comenzar el cuidado dental a los 12 meses de edad, comer una dieta saludable y practicar el cepillado dental supervisado hasta los 6 años de edad. Los suplementos de fluoruro también se recomiendan para ayudar a prevenir la caries dental. Los selladores dentales se pueden colocar en molares permanentes, ya que parecen prevenir el daño y la formación de caries.
