La leucemia linfocítica crónica, uno de los tipos más comunes de leucemia en adultos, tiene cinco tipos de tratamiento estándar: vigilancia, cirugía, quimioterapia, terapia dirigida y radioterapia, según el Instituto Nacional del Cáncer. Los pacientes con leucemia mielógena crónica pueden someterse a seis tipos de tratamiento estándar: cirugía, terapia dirigida, terapia biológica, quimioterapia, infusión de linfocitos del donante y quimioterapia de alta dosis con trasplante de células madre.
El tratamiento de la leucemia mielógena crónica está diseñado para eliminar las células sanguíneas que contienen un gen anormal que causa la sobreproducción de células enfermas, según la Clínica Mayo. Tomar medicamentos dirigidos es un tratamiento inicial para muchos pacientes que padecen esta forma de leucemia crónica. Estos medicamentos, como nilotinib, imatinib, bosutinib, dasatinib y omacetaxina, están diseñados para atacar una característica específica de las células cancerosas que las hace propagarse y multiplicarse.
A partir de 2015, los tratamientos de leucemia linfocítica crónica que se están estudiando en ensayos clínicos incluyen terapia biológica y quimioterapia con trasplantes de células madre, explica el Instituto Nacional del Cáncer. La espera vigilante implica el monitoreo cercano del bienestar del paciente sin administrar medicamentos hasta que aparezcan signos o síntomas. La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas y evitar que se propaguen. La quimioterapia es un tratamiento común que usa medicamentos para detener el crecimiento de células cancerosas ya sea impidiendo que las células se dividan o destruyan por completo.