Para los adultos, una frecuencia cardíaca normal es de 60 a 100 latidos por minuto en reposo, informa la Clínica Mayo. Determine la frecuencia cardíaca colocando dos dedos en el pulso en la muñeca y luego cuente la cantidad de pulsaciones por minuto.
Para ubicar la posición adecuada para controlar el pulso, coloque dos dedos entre el tendón y el hueso sobre la arteria radial ubicada en el lado del pulgar de la muñeca, informa la Clínica Mayo. Alternativamente, coloque los dedos índice y tercero en el cuello en el lado de la tráquea para verificar el pulso. Para una lectura más rápida, cuente el número de latidos solo durante 15 segundos, luego multiplique el resultado por cuatro.
Cuanto más bajo es el ritmo cardíaco, más alto es el nivel de ejercicio cardiovascular y más eficientes son las funciones del corazón, informa la Clínica Mayo. Varios factores diferentes afectan la frecuencia cardíaca, incluidos el estado físico y los niveles de actividad, las emociones, el tamaño corporal, la temperatura del aire y los medicamentos. Además, la posición del cuerpo, incluso acostada o de pie, afecta la frecuencia cardíaca.
Los médicos deben evaluar las frecuencias cardíacas que suelen ser más altas o más bajas, ya que esto a menudo indica una condición médica subyacente, aconseja la Clínica Mayo. Las frecuencias cardíacas inferiores a 60 latidos por minuto indican bradicardia, mientras que las lecturas constantes de 100 latidos por minuto o más son indicativas de taquicardia.