Si un nivel de sonido de 85 decibelios se soporta durante ocho horas, puede producirse un daño permanente. Con 100 decibelios, se pueden producir daños permanentes en tan solo 15 minutos. Por encima de los 120 decibeles, el daño puede ser tanto permanente como inmediato.
La pérdida de audición inducida por el ruido afecta a aproximadamente 10 millones de estadounidenses. La pérdida de audición ocurre cuando las células capilares microscópicas encontradas en la cóclea se rompen o dañan. La pérdida puede ser repentina o acumulativa. Un bulldozer inactivo puede generar 85 decibelios, y un sistema de música personal con auriculares puede generar más de 100 decibeles cuando se reproduce a todo volumen. Dependiendo de la proximidad al escenario, un oyente en un concierto de rock muy alto puede estar expuesto a niveles que superen los 115 decibelios.
