Según WebMD, existe una amplia variedad de tratamientos para pies planos o arcos caídos, como descanso y hielo, ejercicios de estiramiento, antiinflamatorios no esteroideos, dispositivos ortopédicos, fisioterapia y corticosteroides. > La cirugía es una alternativa a estos métodos si el dolor y el daño son demasiado severos.
WebMD también establece que en la cirugía los huesos del pie y el tobillo se pueden fusionar en un procedimiento conocido como artrodesis. Otras cirugías, que dependen de la causa exacta, incluyen osteotomía, escisión quirúrgica de espolones óseos, sinovectomía, transferencia de tendones y alargamiento de la columna lateral. La osteotomía es cortar o cambiar la forma de los huesos en el pie, mientras que la sinovectomía es la limpieza de las cubiertas protectoras de los tendones. Se utiliza una transferencia para contrarrestar el estrés de los tendones en el pie y formar un arco más natural agregando tendones de otras partes del cuerpo. El alargamiento de la columna lateral también ayuda a dar forma al arco, pero implica injertar hueso en lugar de tendón.
Los remedios caseros también pueden funcionar como tratamiento apropiado, de acuerdo con WebMD. Estos incluyen el uso de calzado adecuado o la formación de hielo en el área en combinación con el descanso y el ibuprofeno. Los estiramientos recomendados por un médico o fisioterapeuta son un enfoque proactivo que puede preparar los pies para actividades más exigentes. Evitar actividades de alto impacto, como el baloncesto y el tenis, es eficaz para reducir o evitar el dolor en el pie, aunque se puede correr si se realiza en una superficie correcta. Se puede prevenir o minimizar el dolor en el pie reduciendo los factores de riesgo, que incluyen obesidad, diabetes y presión arterial alta.