Las máscaras de teatro griegas antiguas, utilizadas para los personajes principales de una obra, fueron creadas por fabricantes de máscaras de materiales orgánicos perecederos como el cuero o la ropa de cama, utilizando una cara de mármol o piedra como molde. Cada uno máscara tenía una peluca adjunta para cubrir las orejas y la parte posterior de la cabeza.
Los arqueólogos creen que los fabricantes de máscaras comenzaron moldeando la base de la máscara en una cara de mármol o piedra. Después de que la máscara estuviera lista, el fabricante de la máscara la ató a una capucha que cubría el resto de la cabeza del actor, ocultando la capucha debajo del cabello. Las máscaras fueron pintadas para parecerse a caras reales, y se hizo un pequeño agujero en los ojos para permitir que el actor viera. Se cortó otro pequeño orificio en la boca para permitir el habla, pero parece que no se ha hecho ninguna asignación adicional para escuchar.
Se utilizaron máscaras de teatro griego para ayudar a los actores a mezclarse con las partes que interpretaban. Cada máscara usaba expresiones faciales exageradas y, a menudo, era altamente simbólica para garantizar que el público pudiera identificar fácilmente al personaje. Debido a que las máscaras fueron hechas de materiales perecederos y se sacrificaron a Dionisio después de la finalización de la obra, no quedan ejemplos. La información histórica sobre las máscaras teatrales griegas se ha derivado principalmente de la cerámica pintada, donde a menudo se representan como cabezas completas.