Un ejemplo de escucha defensiva es escuchar una declaración general y personalizarla. Cuando un amigo dice: "No soy un gran fanático de las personas falsas", un oyente defensivo puede inferir que el amigo está llamando indirectamente falso al oyente defensivo. Personalizar las declaraciones impersonales es una forma muy común de escucha defensiva.
Los oyentes defensivos tienden a luchar también con el humor sarcástico, porque pueden asumir que el orador los está reprimiendo a pesar del humor. Si bien este es a veces el caso del sarcasmo, no siempre es cierto. Un colega podría bromear: "John puede quedarse y trabajar el sábado porque no es como si tuviera algo más en juego hoy". El sarcasmo del hablante puede deberse al hecho de que John tiene una familia y se sabe que está bastante ocupado. Sin embargo, un oyente defensivo puede pasar por alto el sarcasmo y comenzar a defender el hecho de que tiene un fin de semana ocupado.
Es más probable que una persona con fuertes ansiedades e inseguridades reaccione mal cuando escucha a la defensiva. Un cónyuge puede decir: "Tengo otras cosas que hacer, y luego llegaré a eso", en respuesta a una solicitud para completar una tarea. Un oyente defensivo puede ver el retraso como una falta de interés o interés en ayudar.